Ya ha amanecido, los peregrinos se están preparando para finalizar la última y definitiva etapa. Ya va a culminar nuestra aventura. Dentro de unas horas, cada uno de nosotros se incorporará, de nuevo, a la rutina diaria. De alguna manera, cada cual sabe que ya está acabando todo; unos quieren terminar ya y volver a sus casas, otros, querrían prolongar su estancia en esta hermosa tierra gallega.
Pero la realidad se impone. Hay que terminar la etapa que comenzó el Domingo 11 y que mañana terminará definitivamente.
El camino original de Lires a Múxia atraviesa un río a la salida de Lires, un puente nuevo nos quita la inseguridad de mojarnos los pies. El camino continúa después, hacia el alto de As Aferroa, con vista sobre la costa. Descendemos luego pasando por la playa, rumbo a Muxía.
Que bello es el mar, su playa. Al mirar y contemplar el infinito y piensas que al final del mar, nos encontraremos otras tierras, otras culturas, otros hombres y mujeres.
Cada uno de los peregrinos saca sus cámaras fotográficas, como quien quisiera atrapar la belleza que contemplamos, pero sabemos que es inútil porque lo que vemos es irrepetible, es el momento donde todo nuestro ser se pone en funcionamiento.
El camino continúa después hacia el lado de As Aferroa con vista a los acantilados. Qué impresionante es contemplar cómo las rocas y las olas luchan por la supremacía del terreno; pero al final lo que vemos es una verdadera armonía.
Sí, armonía es lo que nos muestra esta imagen. La naturaleza es sabia y da lecciones a los seres humanos. Muchas veces ante los conflictos salimos corriendo y, sin embargo, las olas y las rocas terminan en un espacio armonioso y pacífico. Ojalá esta imagen nos ayude a entender que los conflictos en la vida, los problemas, las contrariedades, las crisis nos pueden ayudar a crecer y ser más auténticos.
Por fin llegamos a Muxía, todos vamos a visitar el Santuario de la Virxen de la Barca , de fuerte tradición jacobea. Después recogemos nuestra credencial que demuestra que hemos culminando con éxito nuestra etapa.
Ya vamos de recogida a Santiago de Compostela, vamos cansados, pero contentos de haber finalizado y de que nuestro corazón haya resistido el esfuerzo de estos días.
Mañana terminaremos y dormiremos en Sevilla. Estos corazones en camino han finalizado su historia. Otras personas que por desgracias también han tenido algún episodio cardiaco deberían acudir a la rehabilitación cardiaca, vivir el camino. Ojala el corazón dañado genere nuevas ramificaciones que se hagan fuertes y con ganas de vivir.
Lo importante es vivir desde el corazón, no importa si ha tenido algún daño, lo realmente importante es que sea capaz de vivir y sentir. Es cierto que la razón es importante, pero unir razón con corazón es mucho mejor combinación.
Vivamos la vida con CORAZÓN, pero con un VERDADERO CORAZÓN.
Un peregrino con corazón
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