Testimonios: Francisco Miranda, 64 años

Por Escuela de Pacientes - 5:06

Soy Francisco Miranda Páez, tengo 64 años y el 25 de septiembre de 2009, después de volver de un viaje a Berlín, a los 5 días, sufrí un infarto de miocardio ínfero posterior. Para salvarme la vida, fue necesaria una angioplastia de rescate,  para eliminar un gran trombo que obstruía la arteria principal. La intervención se realizó con éxito y desde entonces tengo  un stent.

Dado que mi estado general de salud era bastante bueno, no fumador desde hace bastantes años y sin ninguna otra patología importante, mi recuperación fue buena. Debo decir, que fui a una urgencia, no de la seguridad social, con unos síntomas bastante difusos y atípicos para un profano, ya que los síntomas consistían en molestias en la espalda, en la parte alta de la columna. Molestias que  empezaron durante mi viaje la semana anterior y que yo vinculé a los grandes paseos con la mochila de mi cámara fotográfica.  También tenía cierto cosquilleo en el cuello y en la  mandíbula inferior, a veces semejante al producido cuando se siente cierto vértigo. Aún no sé muy bien porque acudí a urgencias con unos síntomas tan poco definidos, no obstante un sexto sentido me hizo presagiar la gravedad e incluso el diagnóstico. Cuando lo recibí, pedí el traslado al Hospital Carlos Haya y fue allí, donde me realizaron la angioplastia y me pudieron resolver la situación de máxima gravedad.

Mi vida ha cambiado sobre todo en lo referente a mi trabajo,  bastante estresante. He tenido que modificarla totalmente.  Pero con una dieta razonable en la que nunca entran ni los embutidos ni las grasas en general y muy rica en verduras, frutas, aceite de oliva y cocina mediterránea,  en general con escasa o nula sal y paseos diarios de una o dos horas mi estado actual es bastante bueno y mi vida es prácticamente normal. Mis revisiones son cada seis meses y el autocontrol de tensión una o dos veces en semana con el tratamiento farmacológico adecuado.

Un cambio de vida llevadero, que me ha hecho darme cuenta de que hay que cuidarse, para prevenir y, en mi caso, para tratar. Y sobre todo, hay que tomarse la vida de otra manera. Tú propia vida depende de eso.

  • Compartir:

Podría Interesarte

0 comentarios